Desde los inicios de la familia franciscana, y a ejemplo de Jacoba de Settesoli, gran amiga del Pobrecillo de Asís, infinidad de laicos han tenido una gran vinculación afectiva con los religiosos y religiosas de la TOR…
¡Conócenos!
Nos identificamos al sentirnos vinculados afectivamente con la TOR y al considerarnos corresponsables del funcionamiento actual de sus obras.
Tomamos conciencia de la identidad colectiva que corresponde al carisma fundacional, y que cada uno personaliza desde su identidad personal.
Vamos tejiendo familia, facilitando el acercamiento de las personas, el mutuo conocimiento, la comunicación de la experiencia y la celebración de la fe.